lunes, 14 de septiembre de 2015

Enoturismo

El enoturismo se encuentra al alza, uno de sus grandes valores es su desestacionalización turística. El viajero enoturista está formado por familias, parejas, amigos… que viajan en periodos cortos (fines de semana y puentes).



El enoturismo es otra de las motivaciones de viajes que se encuentra al alza, y que tiene entre sus grandes valores su desestacionalización turística. El creciente interés en visitas a las bodegas registradas se refleja que las pertenecientes a las Rutas del Vino de España recibieron más de 2,2 millones de turistas en 2014, con un incremento en 435.020 personas sobre el año anterior.

Esta tendencia ha posibilitado incluso que ya operen agencias de viajes especializadas en planificar destinos para los seguidores que buscan conocer de primera mano la cultura del vino. El viajero enoturista está formado fundamentalmente por familias, parejas, amigos, turista individual o tercera edad que viajan en periodos cortos (fines de semana y puentes).
Algunos estudios establecen cuatro perfiles del viajero enoturista:
  • Amantes del vino, con una amplia formación en tema enológico, siendo la motivación principal de su viaje catar diferentes tipos de vino, y comprar botellas de vinos especiales.
  • Entendidos en el vino, con una formación media sobre vinos, suelen ser universitarios y la motivación principal de su viaje es lleva a la práctica lo que han leído en diferentes revistas especializadas.
  • Interesados en el vino: Sin formación técnica en tema enológicos pero quieren conocer algunas bodegas como complemento a otras actividades.
  • Iniciados en el vino:empujados por la moda o cualquier otra razón se acercan a una bodega sin ningún tipo de conocimientos en este campo.
Aunque cualquier región con viñedos puede situarse como destino turístico, los grandes referentes mundiales son las regiones vitivinícolas de Rioja y Ribera de Duero (España), Alsacia, Burdeos, Borgoña, y Champagne (Francia), Toscana (Italia) Ciudad del Cabo-Cape Winelands (Sudáfrica), Mosella, Rhin, y Mainz-Rheinhessen (Alemania), Mendoza (Argentina), Oporto (Portugal), San Francisco-Napa Valley (Estados Unidos) y Valparaíso-Casablanca (Chile).

En este turismo la bodega se sitúa como el factor tractor, y cuanta más historia, experiencias (catas, talleres para elaborar vino, paseos por viñedos a caballo, quads, bicicleta, globo, etc), y servicios turísticos (restaurante, hotel, museo, enoteca, spas y enoterapia, centros de convenciones, espectáculos, etc) y óptima comercialización disponga mejor se posicionará en el enoturismo.
La arquitectura de las nuevas bodegas también es otro gran atractivo para el enoturismo, y en España tenemos ejemplo del desarrollo de los primeros espadas de la arquitectura actual con los diseños de Frank Gehry, Norman Foster, Santiago Calatrava, Rafael Moneo, etc.
Para el desarrollo del enoturismo, es necesario disponer de personal con un perfil técnico, pedagógico, bagaje cultural y conocedor del territorio para lograr una satisfacción del turista. Además, este personal que guía a los visitantes en bodega y viñedo se adaptará a su formación enológica (sumilleres, amantes de enología, aventureros, etc).
fuente:Agentedeviajes.info